El 40 % de latinoamericanos en riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares

 Redacción Internacional.-Las enfermedades cardiovasculares representan la principal causa de muerte prematura a nivel mundial, y al menos 40 % de la población en América Latina está en riesgo de padecerlas, advirtieron este martes especialistas.

La cardióloga Alejandra Meaney, directora médica de la División Pharmaceuticals de Bayer México, señaló que debido a que estos padecimientos en sus primeras fases no presentan síntomas, suelen ser diagnosticados cuando el paciente ya presentó alguna complicación.

La doctora en Ciencias en Biomedicina Molecular por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) aseveró que una de las principales complicaciones es la amputación de extremidades en estos pacientes.

La especialista detalló que las enfermedades cardiovasculares son un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos.

Entre ellas, la enfermedad arterial coronaria es el tipo más frecuente de enfermedad del corazón y se debe principalmente a la acumulación de depósitos de grasa dentro de las arterias, lo que hace que se estrechen y endurezcan.

El riesgo de esta enfermedad es que se puede presentar a través de arritmias lo que puede provocar, en muchas ocasiones, muerte súbita en los pacientes.

En tanto, la enfermedad arterial periférica es otro de estos padecimientos que, se estima, afecta a 202 millones de personas en todo el mundo.

En este padecimiento las arterias más afectadas son las que irrigan las extremidades, por lo cual disminuye el flujo sanguíneo y su principal complicación son las amputaciones.

En México se estima que cada siete minutos un paciente pierde una pierna a causa de esta enfermedad.

Asimismo, 80 % de los pacientes que pierden una extremidad por estas causas no vuelve a caminar en su vida.

Mientras que, según estimaciones del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), para 2030 58 % de las muertes de los mexicanos serán a consecuencia de este tipo de padecimientos.

Esto debido al aumento de las cifras de sobrepeso, obesidad, diabetes y altos niveles de colesterol que se presentan en el país.

El doctor Javier Antezana, cardiólogo adscrito a la Unidad Coronaria del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, aseveró que estas cifras son similares en toda América Latina.

Explicó que los principales factores de riesgo son la edad, ya que en su mayoría ocurre después de los 65 años, la falta de ejercicio, el tabaquismo, la mala alimentación y el estrés.

El problema, señaló la doctora Meaney, es que en México hace falta una cultura preventiva, lo que lleva a que en muchas ocasiones este tipo de padecimientos tengan un desenlace mortal.

Hasta ahora, el principal tratamiento de estas enfermedades se basaba en un estilo de vida saludable, alimentación sana, ejercicio, dejar de fumar, reducir el estrés y evitar la obesidad.

Pese a ello, los pacientes seguían con alto riesgo de presentar eventos tromboembólicos que podrían llevarlos a padecer alguna discapacidad, la pérdida de extremidades e incluso la muerte.

Con el fin de reducir hasta en 24 % el riesgo combinado de un evento vascular cerebral, la muerte por causa cardiovascular e infarto a miocardio y disminuir hasta en 70 % el riesgo de amputaciones, se aprobó en México una terapia combinada.

Este tratamiento está basado en el uso de un anticoagulante oral con rivaroxabán más un antiagregante plaquetario como el ácido acetilsalicílico de dosis específica.

Esta terapia ya fue probada en pacientes de todo el mundo en donde se demostraron sus beneficios.

Sin embargo, el doctor Gerardo Peón Peralta, médico angiólogo adscrito al Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital General Número 12 del Instituto Mexicano del Seguro Social en Mérida, estado de Yucatán, señaló que aún existen grandes retos respecto a estas enfermedades.

“Se necesita aún un tratamiento óptimo para evitar que el paciente vuelva a tener un evento relacionado a estas condiciones”, dijo.

Señaló también que se necesitan mejorar las medidas de prevención poblacional, mejorar el diagnóstico y los tratamientos para evitar complicaciones y la muerte.

 

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