Washington. Un tiroteo en oficinas municipales de la localidad de Virginia Beach (Virginia, EE.UU.) dejó este viernes al menos 12 muertos, entre ellos el atacante, y seis heridos, informaron las autoridades.
El jefe de la Policía de Virginia Beach, James Cervera, dijo en una rueda de prensa que el presunto autor de los disparos, que trabajaba en el lugar, fue abatido.
“Tenemos once víctimas fallecidas en la escena y seis más que fueron transportadas a hospitales locales”, declaró Cervera, quien no precisó de inmediato la condición de los lesionados.
El jefe policial indicó que el sospechoso, de quien aseguró era un empleado “desde hace mucho tiempo” del lugar y cuya identidad no reveló de inmediato, entró al edificio poco después de las 16.00 horas local (20.00 GMT) y empezó a “disparar indiscriminadamente”.
Según el oficial, el atacante falleció después de enfrentarse a dos agentes que ingresaron al lugar. Entre los heridos se encuentra uno de los policías, que según Cervera salvó su vida gracias al chaleco antibalas.
Cervera tampoco confirmó durante cuánto tiempo se produjo el tiroteo y pidió comprensión, al indicar que se trata de una “escena enorme”. “No hay manera de describir un incidente como este”, se lamentó, al confirmar que están recibiendo apoyo del FBI, así como de unidades forenses del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) y de la Policía del estado de Virginia. El Hospital General Sentara de Virginia Beach confirmó en su cuenta de Twitter que recibieron a cinco de los heridos y que el sexto fue trasladado en helicóptero al Hospital General Sentara de Norfolk.
Historia de violencia
Pese al elevado número de víctimas, el tiroteo en Virginia Beach no está entre los más mortíferos de la historia de EE.UU.
El peor de ellos ocurrió en Las Vegas (Nevada) el 1 de octubre de 2017, cuando un hombre abrió fuego desde la habitación de un hotel contra una multitud que asistía a un concierto matando a 58 personas antes de acabar con su vida. Un año antes, el 12 de junio de 2016, un hombre asesinó a 49 personas y después se suicidó en una club gay de la ciudad de Orlando (Florida).